María Eugenia Talerico: “Hay una tormenta perfecta en lo institucional, en una Argentina que tiene que mostrar estabilidad”

Hablamos con María Eugenia Talerico, abogada y ex vicepresidenta de la Unidad de Información Financiera, sobre su cruce con Santiago Caputo por una lista de protección de empresarios K.

“Todo indica que ese usuario que me criticó era de Santiago Caputo, y que se usan varias cuentas desde el gobierno para acusar o poner casi en un pelotón de fusilamiento a distintas personas que tienen voces críticas.”

“Creo que Alberto Abad, que estuvo a cargo de la AFIP en el 2016, salió a aclarar que cuando llegaron a estos organismos en el gobierno de Mauricio Macri, existían distintos resguardos que había que tomar respecto de la información, para que no cualquiera pueda sacar información para distintos fines. Entonces se estableció un sistema de alertas que nos avise cuando se está tratando de buscar información respecto a algunos ciudadanos. Lo dijo Abad y confío en alguien de su talla.”

“Mezclaron todo porque fui vicepresidenta de la UIF, y con las acusaciones de corrupción al kirchnerismo, me parece que lo último que puede estar en mi naturaleza es proteger a alguien que esté involucrado en asuntos de corrupción. Salieron a atacarme, me mencionaron especialmente con una calumnia y eso trae como respuesta lo que vengo denunciando hace un tiempo con la propuesta de Ariel Lijo para la Corte, que es un sistema que se está organizando en el gobierno a partir del uso de la inteligencia, de jueces corruptos y de organismos del Estado para perseguir a los ciudadanos que somos críticos del gobierno, y con el uso de las redes sociales, hacer lo que están haciendo. Por supuesto está la persona de Santiago Caputo como uno de los organizadores de este sistema, junto con la cobardía de acordar impunidad vs gobernabilidad con personas que deberían estar presas, como Cristina Kirchner.”

“Lo que pasó en la época de Macri es que se empezó a liberar toda la información para que avancen los casos de corrupción, que estaba retenida en los organismos que el kirchnerismo controlaba, y eso permitió, con aportes del UIF, develar cuentas y beneficiarios para que avancen las investigaciones. Cuando viene el gobierno de Alberto Fernández, la embestida institucional fue brutal, con lo cual Cristina ganó tiempo, pero la prueba está toda ahí.”

“Desde mi punto de vista, lo que está pasando con el gobierno es que hay un pacto de impunidad que existe, no solo por la decisión política de polarizar con Cristina, sino también por el rechazo de Ficha Limpia, que fue una señal de eso. La nominación de Lijo, la conversación con el kirchnerismo para negociar los pliegos de los jueces, el ascenso de Adrnés Vásquez en el ARCA, hacen ver que hay una tormenta perfecta en lo institucional en una Argentina que tiene que mostrar estabilidad y dejar de jugar con las reglas de la corrupción.”

“Uno de los grandes flagelos del lavado de activos en Argentina fueron del 2003 al 2015 con los casos de corrupción del kirchnerismo que involucraron casi todas las políticas públicas, lo que determinó que la UIF se involucrara en los casos de corrupción. Nosotros no participamos de ninguna mesa que tenga que ver con orquestar una persecución al kirchnerismo.”

“No pienso ser jueza de la Corte. Fue Ricardo López Murphy el que me llamó a la arena política y es donde me quedo porque no estoy buscando ningún acuerdo. No solo he denunciado al kirchnerismo, he denunciado a los jueces que han intentado sobreseer de la causa de los cuadernos a Calcaterra, he denunciado a Sergio Massa con todo el aparato del Estado que usó para financiar su campaña. Me identifico con una persona que quiere que la Argentina, en bancarrota moral absoluta, empiece a depurar un poco esto para volver a darle confianza a la gente.”

“No hay ninguna otra explicación razonable en este gobierno para proponer a alguien como Lijo en la Corte, que no sea garantizar la impunidad de Cristina Fernández de Kirchner.”

“Me gustaría que los acuerdos sean sanos y que obviamente el toma y daca no sea para que los gobernadores tengan jueces federales que después permitan tener feudos como los de Formosa, ni que el poder político pueda controlar a los jueces. Parte de la salud de nuestra democracia tiene que ver con tener jueces idóneos y honestos.”